viernes, 5 de febrero de 2010

¿Cómo renegociar tu deuda?

Los bancos ofrecen la posibilidad de llegar a un acuerdo que te permita pagar de la mejor manera, en tiempo y forma, con mensualidades que se ajusten a tus ingresos.

Si las deudas en tarjetas de crédito cada día generan más intereses y se convierten en cantidades imposibles de pagar, puedes buscar una renegociación con la institución bancaria para cubrir tus adeudos de acuerdo a tus posibilidades.
Ignorar las responsabilidades adquiridas nunca será la mejor opción, pues entre menos pagos realices peor será para tu economía durante mucho tiempo, que puede ir desde algunos meses más o hasta varios años, colocándote en el buró de crédito.

Lo primero es tener clara la capacidad de pago y definir qué gastos son necesarios evitando aquellos que no representen una urgencia básica en la familia.

El uso del crédito es una gran responsabilidad, úsalo con sensatez pues lo que pagues con el plástico lo tendrás que liquidar ya sea en mensualidades fijas o con intereses y peor aun, con recargos, por eso evita adquirir varios compromisos crediticios a la vez que no puedas cumplir.

Una mala distribución de los ingresos es la causa más común pero el desempleo o un gasto imprevisto por emergencia también son factores que desequilibran el gasto familiar y provoca que las deudas bancarias se incrementen. Para evitar que sean cantidades imposibles de saldar, la renegociación de la deuda puede ser la opción.

Este ejercicio se define como la posibilidad de establecer comunicación directa con los acreedores para tratar de llegar a un acuerdo que te permita pagar la deuda de la mejor manera en tiempo y forma con mensualidades que se ajusten a tus ingresos.

Debido a la creciente cartera vencida, los bancos son más flexibles acercándose a los usuarios para replantear los programas de pago con el fin de que liquiden su deuda en plazos posibles para el cliente.

Tu disposición y voluntad para pagar es fundamental en el proceso de renegociación, al acercarte a la institución financiera y exponerle tu situación. Previo debes analizar tus posibilidades económicas para saber cuánto puedes destinar mensualmente al pago.

Después de recibir una propuesta, considérela y no aceptes ningún esquema que pueda perjudicarte porque puedes correr el riesgo de colocarte en una situación similar a la que te encontrabas antes de renegociar. De no ser adecuada, ponte en contacto con el asesor para replantear la propuesta.

Ten en cuenta que el acuerdo es para beneficiar a ambas partes, no sólo a ti, pues eres quien dejó de cumplir con lo establecido al firmar un contrato y saber las implicaciones de no pagar en tiempo y forma.

Al obtener una propuesta razonable y conveniente, acude a la institución financiera para formalizarla firmando un contrato y revisa perfectamente cada una de las cláusulas para conocer tus derechos y obligaciones en el nuevo esquema de pago.

Paga conforme a lo estipulado y evita demorarte porque eso puede tener consecuencias negativas que se reflejarán en tu historial crediticio, y cuando hayas liquidado la deuda, planea los gastos a futuro para que no te ocurra de nuevo.

Eduardo Camacho
El Universal
Viernes 05 de febrero de 2010

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