Tips para compradores impulsivos con tarjeta de crédito.

La psicología de las personas juega un papel importante en las decisiones financieras, y para mucha gente el uso de la tarjeta de crédito crea una ilusión de que su poder de gasto es mucho mayor de lo que en realidad es.

Es muy importante asimilar que el uso correcto de la tarjeta de crédito consiste básicamente en aprovechar sus beneficios sin caer en la trampa de gastar más de lo que uno gana.

Las tarjetas de crédito se han convertido en instrumentos necesarios sin los cuales estamos imposibilitados para reservar hoteles, rentar autos, asistir a conciertos o recibir servicios hospitalarios privados, por poner sólo algunos ejemplos de servicios para los cuáles es necesario contar con el apoyo del crédito bancario.

El uso correcto de una tarjeta de crédito puede reportarnos beneficios desde el financiamiento gratuito hasta seguros que en algunos casos pueden ser valiosos como en el caso de accidentes en viajes, compras protegidas o extensión de garantías.

Sin embargo, el mal manejo de una tarjeta de crédito puede hacernos caer en una trampa.

Cuando utilizamos tarjetas de crédito para realizar nuestras compras cotidianas, pero no logramos cubrir el saldo total al corte de cada mes para no generar intereses, entonces podemos comenzar a perder dinero de manera innecesaria debido a las altas tasas de interés que normalmente cobran los plásticos.

Considera que:

* Las tasas de interés que cobran las tarjetas de crédito son muy altas. El CAT más bajo está alrededor del 36% anual, pero hay instituciones que están cobrando hasta el 150% anual.

* Las personas que suelen tener deudas con tarjeta de crédito, por lo general están gastando más de lo que ganan.

* Muchas veces compramos un bien y pagamos sólo el mínimo, que equivale a apenas el 5% del saldo total, y luego otro volvemos a repetir este sistema de compras, lo que nos lleva a rebasar nuestro verdadero poder de compra.

* Quienes utilizan tarjetas de crédito de forma regular, aún cuando paguen cada mes el saldo total para no generar intereses, gastan en promedio un 15% más que las personas que pagan en efectivo o con tarjeta de débito.

Conócete y planea

Si eres comprador compulsivo, será mejor que lo detectes, pues los expertos de mercadotecnia han estudiado este comportamiento y se esfuerzan por activarlo entre sus clientes.

Investigadores han descubierto que es muy probable que hagan un compra impulsiva los clientes que muestran un alto nivel de flexibilidad o bajos niveles de autocontrol. Con este conocimiento, según los expertos, los vendedores podrían ser formados para reconocer estas actitudes cognitivas, aumentando su habilidad para motivar en los clientes decisiones de compra y para aumentar su eficiencia en las ventas.

El comprador compulsivo es quien “compra lo que no necesita con dinero que no tiene”. A menudo se habla de esta disfunción como de una “adicción social”, ya que se da en grandes conglomerados urbanos y cuenta con una suerte de permiso social para crecer y prosperar gracias a que la publicidad genera necesidades y falsas soluciones.

Para utilizar de manera adecuada una tarjeta de crédito inicia con conocerte a ti mismo y analiza tus patrones de consumo; a partir de ello elabora un presupuesto que esté limitado por tu ingreso mensual.

Si eres una persona impulsiva en su gasto, trata de dejar tus tarjetas de crédito en casa y utiliza sólo efectivo.

Trata de utilizarlas para realizar sólo compras planeadas, cuyo pago puedas realizar completamente al final del mes.

Si decides utilizar tu tarjeta de crédito para obtener financiamiento en una promoción sin intereses, procura considerar en tu presupuesto futuro, durante los meses que dura el crédito, los pagos respectivos que realizaras cada mes.

Toma en cuenta que una tarjeta de crédito no es para emergencias. Mejor crea un fondo de emergencias que conserves en una cuenta corriente, para evitar endeudarte ante una situación adversa, dadas las tasas de interés tan altas que existen en el mercado.

No menosprecies tu gasto con tarjetas de crédito dentro de tu planeación personal, la cual parte de tu situación actual y de nuestros compromisos financieros.

Por Demian Magallán
El Universal